Las mujeres mayas siguen siendo excluidas de la participación política en Guatemala; el 20% del Congreso guatemalteco recientemente elegido está compuesto por mujeres y sólo hay una diputada indígena. IDM fomenta la capacidad de liderazgo, la confianza y el conocimiento de los derechos de las mujeres para que puedan participar en la toma de decisiones locales y empezar a cambiar las normas sociales y transformar sus comunidades.

Bety Oxi García, graduada del Programa de capacitación de los derechos de la mujer de IDM, es una mujer kaqchikel de Comalapa. En enero de 2023, Bety asumió el papel de alcaldesa de su comunidad, siendo la primera mujer en ocupar el cargo.

Cada año, los votantes de las áreas rurales de Guatemala eligen a un alcalde de su comunidad, un cargo fundamental que permite al gobierno local tener un mayor alcance en las zonas rurales. El marido de Bety fue elegido para el cargo, pero poco después se fue del país por trabajo, dejando a Bety como única cuidadora de sus hijos y cediéndole a ella su puesto de alcalde auxiliar.

Como la única mujer entre once funcionarios electos, el valor de Bety y su éxito en el cargo ilustran lo que las mujeres pueden lograr cuando se sienten empoderadas a participar en la política. Bety dice que reconocer su autoestima es una de las mayores lecciones aprendidas en los talleres de IDM: "las mujeres sí valemos". Bety indica que antes de participar en el programa y pedir consejo a las asesoras comunitarias de IDM, creía que no tenía valor.

Las actitudes machistas y patriarcales prevalecen en la Guatemala rural y ocupar un cargo público ha sido un reto para Bety, ya que se ha enfrentado a críticas que apuntan no sólo a sus capacidades como líder, sino al simple hecho de ser mujer. Dice que si no hubiera recibido capacitación de IDM, nunca habría tenido el valor suficiente para ocupar un cargo público. Como prueba de su determinación, Bety ha forjado sólidas relaciones con sus colegas masculinos, que la apoyan y animan a alcanzar el éxito.

Bety sigue triunfando en un papel tradicionalmente reservado a los hombres en su comunidad, y lo ha hecho con confianza y valentía. Dice que se siente afortunada de que las mujeres de su comunidad la vean ahora como un modelo a seguir. Reflexionando sobre su papel como mujer indígena en un cargo público, dice: