Yo soy María Fidelina Cutzal Yax y soy vecina del Caserío San Lorenzo, Patzún Chimaltenango.

Hace 3 años me formé como Asesora Comunitaria en la Iniciativa de los Derechos de la Mujer (IDM). Este espacio me permitió incrementar mi participación social y comunitaria; por lo tanto, la vida misma me ha abierto puertas en otros espacios para llegar a más personas, tal como lo hago a través de mi formación de locutora, lo que actualmente estoy desarrollando en una emisora comunitaria católica “Voz de la Trompeta”, la cual llega a comunidades de Patzún, Sololá y en otros países a través del internet, especialmente donde se encuentran personas migrantes guatemaltecas.

Para los que viven en las ciudades y con acceso a redes sociales y otros medios de comunicación, seguramente poseen mayor información sobre esta epidemia del Coronavirus; sin embargo, en las aldeas como donde yo me encuentro y, otras más alejadas de las áreas urbanas, la población carece de mucha información, especialmente en nuestro idioma Maya Kaqchikel.

Con esta realidad, pero también haciendo uso de los recursos locales y siendo ciudadana activa desde donde me encuentro, en lo personal he tomado la iniciativa de brindar información en Kaqchikel sobre el Coronavirus para que nuestra gente del área rural, conozca y sepa sobre los cuidados básicos para enfrentar esta epidemia.

Trasladar información implica un compromiso personal en informarme a través de medios oficiales, lo cual reconozco que no es fácil, porque requiere de otros medios como la internet y medios escritos. Pero lo bueno de ser comunicadora y Defensora de Derechos, es el permitirme generar y formar alianzas y redes de comunicación, tal como lo hemos hecho con la IDM, quien constantemente nos está trasladando información de fuentes oficiales sobre la epidemia sumado a otros datos que yo voy recabando cada día. Parte de esta información lo traslado en Kaqchikel a la audiencia de la emisora en la cual colaboro.

Esta es la forma en que yo Fidelina Cutzal estoy accionando en tiempos de Coronavirus, desde aquí en la cima de este cerro que día con día me conecta con la sagrada naturaleza, donde hombres y mujeres luchamos, en medio de la crisis alimentaria que se ha agravado en los últimos días.